Panamá la Vieja o Panamá Viejo es el nombre
que recibe el sitio arqueológico donde estuvo ubicada la ciudad de Panamá desde
su fundación en 1519, hasta 1671. La ciudad fue trasladada a una nueva
ubicación, unos 10 km al suroeste, al quedar destruida tras un ataque del
pirata inglés Henry Morgan, a comienzos de la década de 1670. De la ciudad
original, considerada como el primer asentamiento europeo en la costa pacífica
de América, quedan hoy varias ruinas que conforman este sitio arqueológico.
La ciudad, fundada por Pedro Arias Dávila
mejor conocido como Pedrarias Dávila el 15 de agosto de 1519, se emplazó en una
zona originalmente ocupada por una comunidad indígena; por esta razón, en este
sitio se han encontrado evidencias arqueológicas de culturas precolombinas.
Para 1541 la ciudad tenía unos 4.000 habitantes; entre españoles, indígenas y
esclavos africanos.
En
1607, la urbe contaba con varias calles, una Plaza Mayor y otras dos plazuelas.
Desde este lugar partieron las expediciones que conquistaron el Imperio inca
del Perú en 1532 y fue escala de una de las más importantes rutas comerciales
del continente americano, que llevaba a las famosas ferias de Nombre de Dios y Portobelo,
por donde pasaba la mayor parte del oro y la plata que los españoles explotaban
en América.
Pese
al desarrollo alcanzado, las condiciones del lugar no fueron las mejores desde
un principio. La escasez de agua potable era una de las principales
dificultades, lo que obligó a sus moradores a construir varios pozos y aljibes.
La ciudad fue azotada por al menos tres
incendios devastadores y por un terremoto, en 1621.
También fue asediada, en varias ocasiones,
por piratas. El peor de estos asedios fue el comandado por el pirata inglés
Henry Morgan, quien llegó al lugar el 28 de enero de 1671 y permaneció allí hasta
el 24 de febrero. Fueron los propios españoles por orden del gobernador Juan
Pérez de Guzmán, y no Morgan, los que destruyeron la ciudad al volar los
depósitos de explosivos.
En busca de una nueva ubicación, que
permitiera la construcción de un mejor sistema defensivo, la ciudad fue
trasladada a una península cercana, ubicada unos 10 km más al suroeste, en lo
que hoy es considerado como el casco antiguo de la ciudad de Panamá.
El sitio original estuvo abandonado por
varios años, hasta que sus ruinas fueron paulatinamente recuperadas. El
conjunto fue declarado como Monumento Histórico en 1976. La Unesco lo declaró
como Patrimonio de la Humanidad en el 2003.
En
1995, se creó el Patronato de Panamá Viejo, una fundación sin ánimo de lucro,
que por varios años ha venido trabajando en la restauración y acondicionamiento
del lugar. El sitio se ha convertido en una de las atracciones turísticas más
populares de la ciudad.
Referencias. Panamá la Vieja y el Casco Viejo.
Ediciones UNESCO
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